Por: Emilio Garay.

 

Un emotivo concierto en Acapulco, de “ANTOLOGÍA DE NATALIA JIMEZ 20 AÑOS TOUR”, que nos recuerda que recordar es vivir.

 

24 de junio de 2023, Acapulco, Guerrero.

 

Eran las 9:30 p.m. cuando en el Forum de Mundo Imperial, se escuchó por primera vez en el auditorio la voz de una niña especial para Natalia Jimenez; esta era su hija anunciando la primera llamada, dejando a la audiencia con un aire de ternura y emoción para escuchar a su artista especial de la noche. 

Los minutos pasaban, para después escucharse la segunda y tercera llamada, fue cuando a las 10:00 p.m. todo se puso obscuro, y con música de fondo de la canción “Creo en mí”, versión piano, inició el espectáculo. 

Una pantalla grande que estaba en el escenario se encargaba de proyectar imágenes de la cantante cuando era una niña, hasta lo que es ahora, mientras se narraba con su propia voz toda su trayectoria artística; explicando que, desde sus 16 años en España, cantaba en el metro de Madrid, con la idea de cantar en un escenario grande. 

Muchos de ustedes han seguido mi trayectoria desde que me fui a México, como un libro en blanco a escribir la gran aventura de mi vida”, aseguraba la cantante. 

Al finalizar el video, el escenario se iluminó de color azul, rojo y amarillo; y la canción “Donde irán”, inicio el concierto, y el público hizo lo que mejor sabe hacer cuando ve a su artista favorito cantando, emocionarse, gritar, aclamar, disfrutar, etc.

Después siguió con “Que te quería”, y al finalizar; la cantante se tomó el tiempo de darle la bienvenida a la audiencia, explicando que Acapulco es una ciudad que ha venido varias veces, y estaba muy agradecida con las personas que asistieron. 

Acapulco es una ciudad en la que he venido muchísimas, muchísimas veces. O sea, desde que yo, llegue a México aquí, yo debí haber venido como 50 veces, no les exagero; me da muchísimo gusto dar un concierto aquí esta noche con todos vosotros. Gracias, gracias por venir, nos la vamos a pasar a toda madre”, dijo Natalia. 

Niña”, “Tu peor error”, “Algo más”, “Daría”, son canciones que no se pudieron hacer esperar, se escucharon y cantaron a todo pulmón dentro y fuera del escenario, mientras los sentimientos estaban a flor de piel. 

La cantante, también aseguró que estuvo una semana aquí en Acapulco, de vacaciones, que fue a la Quebrada, admiró la estatua de Juan Gabriel (del cual le tiene mucho respeto), en Sinfonía y probo la famosa bebida Acapulqueña que es de chocolate, el “chilate”; a su vez informó que estaba agradecida no solo por la gente que asistió a su concierto, sino también por la gente que la acompañaba, tanto por cada uno de los integrantes de la banda de los cual los presentó, hasta de las personas más importantes y amores de su vida, su esposo e hija, de la cual por fin, ya la pudo acompañar por primera vez a México. 

Toda la audiencia se encontraba como la cantante, feliz y disfrutando el momento con la gente que la acompañaba y con las canciones que se escuchaban; Natalia empezó a hablar de las colaboraciones que ha tenido y fue cuando la canción “Sí quieres”, hizo acto de presencia, recordando la colaboración que hizo con el músico legendario Juan Gabriel, del cual está muy agradecida y hornada por el legado que le dejo a ella y a todo México. También se escucharon las colaboraciones que tuvo con Franco de Vita con “Tan solo tú”, y la Banda MS con “Qué bueno es tenerte”, versión cumbia.

Y con un poderoso mensaje de aceptación, solidaridad y amor propio, la cantante llenó el auditorio con un aire de esperanza y amor, con la canción “Creo en mí”, de la cual, todo el público y la artista se hicieron uno, y cantaron con todo su corazón. Llenando el lugar con los sentimientos más puros y nobles que se puedan respirar y sentir.

Hasta la propia banda se tomó la oportunidad de ofrecer su espectáculo a la audiencia, mientras que Natalia se arreglaba para su gran numero que todavía seguía continuando; cada integrante tuvo su oportunidad de brillar, desde el guitarrista, el corista, hasta el trompetista y el baterista. 

De repente, el escenario se llenó de mariachis, y con la canción “Costumbres”, apareció una española, en forma de ángel, vestida de mariachi, de color blanco, Natalia Jimenez, igual de mexicana que el nopal, encariño al publico con canciones regionales mexicanas. 

Desde “La gata bajo la lluvia”, “Te lo pido por favor”, hasta “Ya lo sé que tú te vas”, la mayoría del público se encontraba parado, algunos iluminando el escenario con las lámparas de sus celulares o grabando, otros estaban impactados por lo que veían y escuchaban, pero todos estaban felices y viviendo el momento. E incluso la cantante, cantó “Amor eterno”, que se quiera o no, es el recuerdo más bonito de Acapulco.

Y los enamorados siguieron bailando con “Si nos dejan”; y muchos demostraron su amor, abrazados, bailando, besándose; sin importar, la edad, el genero o la forma de pensar, al fin de cuentas, eran enamorados disfrutando el concierto, disfrutando su amor. 

Pero también el desamor hizo acto de presencia con “Quédate con ella”, donde todos ya como si fuera la gran fiesta de los 20 años de carrera de Natalia Jimenez, estaban más que alegres; más que emocionados, gritando, bailando, envolviendo con cariño tanto el escenario, el auditorio, la audiencia y al artista, parecía que se escuchaba en todo Acapulco la canción.  

Cuando todo el auditorio se volvió a poner obscuro al propósito, para que la audiencia pidiera más de Natalia, más de sus canciones, del show; todo se volvió a iluminar con “El sol no regresa”, canción que parecía que se iba a despedir de todo el público acapulqueño que asistió, pero no. 

La increíble artista, en un acto para recordar todo, saco su teléfono, pero no tenía carga para grabar, así que utilizando el de su esposo, le pidió a la audiencia que demostraran lo que hicieron durante el concierto, gritar, hacer relajo y disfrutar – ¡Esto es Acapulco! – grito ella, y todo el auditorio respondió con todo el amor que le tienen a la cantante.

Y finalmente, la cantante se despidió con la canción “El rey”, porque con dinero y sin dinero, ella hace lo que quiera, y su palabra es la ley; y en esa noche, Natalia Jimenez, era la reina. Y se despidió del público, con todo el cariño y amor, que ella le tiene. 

Esperemos que pronto vuelva a Acapulco, con más conciertos y canciones, o que simplemente venga a disfrutar unas vacaciones, para caminar por la Quebrada, disfrutar la vista de Sinfonía, ver la estatua de Juan Gabriel y beber de la rica bebida Guerrerense, el chilate. 

 

 

  

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